
Hay una historia de una escuela, conocida como la Escuela de las Siete CampanasLa escuela de los carteristas, situada entre las nieblas de la cordillera de los Andes, a las afueras de Bogotá (Colombia). Se cree que esta legendaria escuela enseña la habilidad y el sigilo del arte de robar carteras. El examen final de dicha escuela exige que el iniciado limpie siete bolsillos en una marca, sin hacer sonar ninguna de las pequeñas campanillas sujetas a los bolsillos. Puede que la escuela sea sólo un mito, pero también puede explicar por qué muchos consideran que los carteristas sudamericanos son los mejores del mundo.
El carterismo es una combinación de habilidad, sincronización y distracción. Los carteristas utilizan muchos métodos diferentes: a veces cogen la cartera por debajo, por fuera del bolsillo, a veces utilizan herramientas o rajan el bolsillo con una navaja. Los carteristas experimentados pueden incluso introducirse en los bolsillos delanteros con cremallera.
Una mujer atractiva que coquetea o se exhibe en bikini, un lugareño amable que ofrece indicaciones, una anciana a la que se le caen las maletas o incluso un pasajero que vomita en un tren congestionado son sólo algunas de las creativas distracciones utilizadas mientras un carterista sustrae hábilmente la cartera y/o el pasaporte del distraído viajero.
Puede que pienses que sentirías si un carterista te estuviera robando tus cosas, pero la pericia sigilosa del carterista junto con una distracción inteligente significa que es poco probable que detectes el robo. Incluso si te dieras cuenta, el carterista saldría corriendo y no sabes quién más podría estar esperándote si le persiguieras.
Un poco de sentido común ayuda mucho a proteger sus objetos de valor y a evitar incluso convertirse en objetivo de los carteristas:
Las estadísticas precisas sobre carteristas son difíciles de obtener, pero ocurren con frecuencia. Se calcula que cada ajetreado día de verano en RomaPor ejemplo, cien turistas serán carteristas cerca del Coliseo, otros cien en el Vaticano y sus alrededores, y otros cien cerca de la Plaza de España. Y estos son sólo los individuos que denuncian los robos a la policía local. Mantente alerta, lleva un cinturón para el dinero e intenta no distraerte.