
¡Ah, el placer de viajar! Explorar nuevas culturas, deleitarse con cocinas exóticas y, por supuesto, descubrir instalaciones médicas únicas en tierras muy, muy lejanas. Pero no se preocupe, intrépido viajero. Navegar por el laberinto de los sistemas sanitarios extranjeros puede ser tan fácil como descifrar jeroglíficos... bueno, casi.
¡Olvídate de la barrera del idioma! Escribe tus síntomas, pulsa traducir y ¡voilá! Acabas de pedir indicaciones para llegar a la farmacia más cercana en swahili. Puntos extra si aprendes de antemano la palabra "emergencia".
¿Quién necesita palabras cuando tiene danza interpretativa? ¿Intentas desesperadamente explicar tu repentino caso de venganza de Moctezuma a un desconcertado farmacéutico? Pues empieza la representación dramática de la confusión estomacal. Es una actuación digna de un Oscar... o al menos de un paquete de antiácidos.
No, la banda no, aunque puede que te ayuden a levantar el ánimo. Utiliza los recursos en línea para localizar médicos de habla inglesa cerca de ti. Recuerda que "dolor de garganta" suena igual en cualquier idioma... casi siempre.
No, no estamos abogando por un equipaje de mano lleno de medicamentos con receta. Pero no olvides llevar un botiquín de primeros auxilios. Es tu oasis médico personal en un mar de farmacias desconocidas. Tiritas, analgésicos y un botecito de desinfectante de manos: ¡la santísima trinidad de la medicina de viaje!
Descárguese aplicaciones de traducción médica para esos momentos en los que la mímica de "tengo fiebre" se hace pesada. Es como tener a un Dr. House virtual en el bolsillo, pero sin sus dudosos modales.
Repita conmigo: "No escatimaré en seguros de viaje". Es el héroe anónimo de toda aventura, listo para lanzarse en picado y salvar el día (y su cartera) cuando su escapada al extranjero da un giro inesperado.
Sitata ofrece Telemedicina junto con su Seguro de Viaje y le permite conectar con médicos de todo el mundo especializados en Medicina del Viajero. ¡Cómpralo ya!
¿Quién necesita a Google cuando tiene la sabiduría de los lugareños? Conocen los mejores restaurantes, las joyas ocultas y hasta los médicos más fiables de la ciudad. Además, ¡puede que hagas un amigo por el camino!
Ahí lo tenéis, compañeros trotamundos. La próxima vez que tus aventuras se desvíen inesperadamente por el reino de las enfermedades extranjeras, recuerda esto: encontrar un médico local en el extranjero puede ser el giro argumental que tu viaje necesita. Acepta el caos, ríete de lo absurdo y, sobre todo, ten a mano un alijo de antiácidos. Al fin y al cabo, todo forma parte del viaje.