
Medellín (Colombia), una ciudad que antaño era sinónimo de violencia del narcotráfico, ha experimentado una notable transformación. Sin embargo, bajo el reluciente horizonte y la vibrante energía se esconde una sombra: un riesgo persistente para los turistas desprevenidos. Este artículo explora los peligros potenciales asociados a los viajes a Medellín, centrándose en la prevalencia de las drogas, los delitos violentos y las actividades delictivas dirigidas a los visitantes.
Las estadísticas dibujan un panorama preocupante. En 2023, Medellín fue testigo de una muerte violenta aproximadamente cada diez días, con un total de 37 muertes anuales. Preocupantemente, en 2024 se ha producido una escalada significativa, con 29 muertes violentas registradas sólo en junio, superando una muerte cada siete días. Las autoridades atribuyen este aumento a los turistas que buscan drogas, a la inmersión en la "narcocultura" y a la prostitución.
Las bandas criminales de Medellín se aprovechan de los deseos de los turistas, llevándoles a situaciones peligrosas en las que es fácil acceder a altas dosis de estupefacientes. Estas drogas, a menudo consumidas en entornos inseguros, pueden tener consecuencias fatales. En las últimas tres décadas, Medellín ha pasado de ser una ciudad violenta a convertirse en un destino popular para turistas y trabajadores remotos, atrayendo a más de 1,4 millones de visitantes en 2022. Sin embargo, las bandas locales se aprovechan de esta afluencia, utilizando aplicaciones de citas como Tinder para captar y robar a extranjeros.
Las bandas emplean con frecuencia la droga escopolamina, también conocida como burundanga o "aliento del diablo", para desorientar e incapacitar a las víctimas. Esta droga puede ingerirse, inhalarse o incluso soplarse en la cara, dejando a las víctimas sin memoria de los hechos y vulnerables a robos o cosas peores. El aumento de robos y muertes con ayuda de la droga ha llamado la atención internacional, provocando advertencias de embajadas y aplicaciones de citas. Las autoridades locales y estas plataformas colaboran ahora para mejorar la seguridad de los turistas, aunque las víctimas a menudo se sienten estigmatizadas y buscan ayuda en investigadores privados.
El creciente número de robos, violencia y muertes de turistas a causa de la droga ha provocado advertencias internacionales. El Departamento de Estado de EE.UU. clasifica a Colombia como como destino de "Nivel 3: Reconsiderar", destacando la delincuencia, el terrorismo, los disturbios civiles y los secuestros como principales preocupaciones. Del mismo modo, el Gobierno británico ha emitido avisos pidiendo precaución en Medellín y sus alrededores.
Estas advertencias sirven de duro recordatorio para que los viajeros den prioridad a la seguridad personal. He aquí algunas precauciones cruciales:
Más allá de estas medidas básicas de seguridad, las prácticas de turismo responsable pueden mitigar aún más los riesgos. Es crucial evitar los establecimientos con reputación de consumo de drogas y actividades delictivas. Además, mostrar sensibilidad cultural vistiendo modestamente y evitando ostentaciones de riqueza puede disuadir de llamar la atención.
La transformación de Medellín es innegable y ofrece un sinfín de experiencias culturales e históricas. Sin embargo, para que la visita sea segura y agradable, es fundamental ser consciente de ello. Si se conocen los peligros potenciales, se respetan las normas de seguridad y se practica un turismo responsable, los viajeros podrán navegar por las complejidades de Medellín y vivir de verdad su vibrante espíritu.
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