
Calcuta, capital de Bengala Occidental (India), ha vivido importantes disturbios tras la presunta violación y asesinato de una médica residente de 31 años en el Colegio Médico y Hospital RG Kar el 9 de agosto de 2024. El incidente ha provocado manifestaciones generalizadas en todo el país para exigir responsabilidades y justicia. La situación se ha agravado, y las protestas se han vuelto violentas en medio de enfrentamientos entre manifestantes y personal de seguridad.
El incidente, ocurrido en el RG Kar Medical College and Hospital, un hospital público docente, ha desatado la indignación en toda la India, y muchos han expresado su preocupación por la seguridad de las mujeres en el lugar de trabajo. En un principio, las protestas comenzaron como una exigencia de justicia, y la comunidad médica y el público pidieron que se tomaran medidas inmediatas.
La Asociación Médica de la India (IMA) convocó una huelga nacional tras el incidente, que interrumpió brevemente las consultas de rutina y los servicios médicos electivos en todo el país el 12 de agosto. Las protestas se intensificaron en los días siguientes. El 14 de agosto se detuvo al acusado y se abrió una investigación. El 17 de agosto se suspendieron los servicios médicos durante 24 horas en todo el país, después de que unos desconocidos destrozaran el servicio de urgencias y las enfermerías del Colegio Médico y Hospital RG Kar.
Las manifestaciones se ampliaron rápidamente para incluir peticiones de dimisión de la ministra principal de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, por la presunta mala gestión del caso, en particular por parte de los partidos de la oposición, que han participado activamente en las protestas. La Comisión Nacional de la Mujer (NCW, por sus siglas en inglés) ha expresado su preocupación por presuntos fallos de seguridad que podrían haber provocado la posible manipulación de pruebas en el lugar del crimen.
El 27 de agosto estaba prevista una concentración ante la Secretaría de Bengala Occidental "Nabanna", en Calcuta, para exigir la dimisión del ministro principal, que posteriormente fue prohibida por la policía. La violencia estalló en medio de enfrentamientos entre estudiantes manifestantes y personal de seguridad antes de la marcha. Según los informes, la tensión aumentó cuando algunos manifestantes intentaron romper las barricadas levantadas por la policía en Hastings, Furlong Gate, Strand Road y Howrah. Las fuerzas policiales utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes que rompieron las barricadas y éstos recurrieron al lanzamiento de piedras. Las fuerzas de seguridad bloquearon las carreteras, y algunas escuelas y centros de trabajo cerraron preventivamente, en previsión de trastornos. El 28 de agosto, miembros del Bharatiya Janata Party de Bengala Occidental convocaron una huelga estatal de 12 horas para protestar por la actuación policial contra los participantes en la manifestación.
Además, los médicos residentes junior de Calcuta celebraron el 2 de septiembre una marcha desde College Street hasta Lalbazar, exigiendo la dimisión del comisario de policía Vineet Goyal. Miles de personas participaron en la marcha y formaron una cadena humana de 13 km de longitud a lo largo de una arteria de la ciudad durante una hora. Las manifestaciones duraron más de cuatro horas e incluyeron múltiples rondas de conversaciones con altos cargos de la policía, pero terminaron sin ninguna resolución.
El incidente fue condenado enérgicamente por el gobierno de Bengala Occidental. El 2 de septiembre, teniendo en cuenta el incidente, la Asamblea de Bengala Occidental aprobó por unanimidad un proyecto de ley que pretende hacer obligatoria la pena de muerte en casos de violación y asesinato. El proyecto de ley Aparajita Woman and Child (West Bengal Criminal Laws Amendment) Bill, 2024, presentado por la ministra principal Mamata Banerjee, propone penas más estrictas, incluida la cadena perpetua por violación, violación en grupo y ataques con ácido, junto con juicios más rápidos a través de más tribunales de vía rápida. Aunque el estado puede promulgar este tipo de leyes, cualquier conflicto con la legislación central puede requerir el visto bueno del presidente para entrar en vigor en Bengala Occidental.
En respuesta a los crecientes disturbios, la policía de Calcuta ha reforzado las medidas de seguridad para mantener la ley y el orden en la ciudad. Se han levantado barricadas en zonas clave de la ciudad y se ha incrementado el despliegue de personal de seguridad en torno a los edificios gubernamentales y los principales cruces. Los viajeros deben tener en cuenta que, aunque hasta ahora las protestas se han concentrado en zonas concretas, existe la posibilidad de que se produzcan estallidos repentinos en otras partes de la ciudad. La situación sigue siendo fluida, con una fuerte presencia policial y posibles bloqueos de carreteras e interrupciones del transporte.
Dada la situación actual, los viajeros deben actuar con cautela si tienen previsto visitar Calcuta. Las protestas en curso han creado focos de agitación en toda la ciudad que podrían suponer riesgos para los visitantes. Es aconsejable evitar las zonas en las que haya protestas o manifestaciones y mantenerse informado de los últimos acontecimientos.
El riesgo de viajar a Calcuta es actualmente de moderado a alto debido a las protestas en curso. Aunque la ciudad no se encuentra en estado de agitación general, la situación sigue siendo inestable. Los viajeros deben estar atentos, evitar las zonas de protestas y mantenerse informados sobre la situación para garantizar su seguridad.