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El 26 de octubre de 2024, Israel lanzó un importante ataque de represalia contra Irán, que supuso una escalada crítica de las tensiones regionales en Oriente Próximo. Este ataque, denominado "Días de ajuste de cuentas" por las autoridades israelíes, consistió en varias oleadas de ataques aéreos contra instalaciones militares en Irán, Irak y Siria. Al parecer, los ataques iban dirigidos contra las instalaciones de producción de misiles, los sistemas de misiles y las capacidades de defensa antiaérea de Irán. Al menos cuatro soldados iraníes murieron durante los ataques.
Los ataques se autorizaron tras una reunión nocturna del gabinete israelí encabezada por el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant, y se envió una advertencia directa a Teherán advirtiéndole de que no tomara represalias. Las Fuerzas de Defensa israelíes han confirmado que todos los aviones implicados han regresado a Israel.
El ataque se produce como represalia al anterior ataque con misiles de Irán contra Israel el 1 de octubre de 2024, cuando Irán lanzó más de 200 misiles hacia Tel Aviv y Jerusalén. El último ataque de represalia de Israel parece ser un movimiento estratégico contra Irán y sus afiliados en la región, en un intento de neutralizar las capacidades militares que podrían apoyar futuras ofensivas.
Los ataques se dirigieron contra varios puntos estratégicos de Irán, incluido Teherán, y se extendieron a las provincias de Ilam y Juzestán. Se informó de otros ataques aéreos en el centro y el sur de Siria, así como en Basora (Irak), donde se detectaron explosiones al otro lado de la frontera entre Irán e Irak. Irán interrumpió brevemente los vuelos en aeropuertos clave durante los ataques, pero reanudó las operaciones tras confirmar que los ataques habían concluido.
El ataque ha provocado la condena mundial, con llamamientos a la moderación por parte de la comunidad internacional. Estados Unidos confirmó que no participó en los ataques, pero mantuvo contactos con funcionarios israelíes durante toda la operación. La Casa Blanca ha hecho un llamamiento a la calma ante el temor de un conflicto regional más amplio si Irán toma represalias. Teherán ha respondido desafiante, prometiendo defenderse y reafirmando su apoyo a los movimientos de resistencia en Gaza y Líbano.
El aumento de las tensiones ha llevado a ampliar las medidas de seguridad en Israel, especialmente en torno a las infraestructuras militares y estratégicas de Tel Aviv, Jerusalén y el sur del país. Las defensas aéreas reforzadas, incluido el sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) y otros sistemas de defensa aérea, están operativas para mitigar posibles contraataques iraníes. Las autoridades han impuesto estrictos controles de seguridad en los puntos de tránsito, con un aumento de los controles de carretera y de la vigilancia en las zonas de alto riesgo.
Debido al elevado riesgo para la seguridad y a la posibilidad de nuevos ataques con misiles o represalias, se aconseja evitar todo viaje no esencial a Israel y regiones vecinas. Espere retrasos en los aeropuertos debido al aumento de los controles de seguridad y a posibles restricciones del espacio aéreo en respuesta a la cambiante situación de seguridad.
Persiste el riesgo de viajar a Israel e Irán alta debido al conflicto en curso, con posibilidad de inestabilidad generalizada en todo Oriente Medio. Se aconseja a los viajeros que consideren posponer el viaje hasta que la situación se estabilice.